Biopolítica molecular y producción artificial de la vida: dispositivos de biogeneración e infogeneración
Toscano López Daniel
Biopolítica molecular y producción artificial de la vida: dispositivos de biogeneración e infogeneración
En-claves del pensamiento
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, División de Humanidades y Ciencias Sociales

				
Resumen

				
Este artículo tiene por propósito analizar, desde una reflexión filosófica, los inéditos dispositivos de biogeneración (genética y manipulación del ADN) y de infogeneración (algoritmos y Big Data) que caracterizan los modos contemporáneos de producción y de acumulación tanto del capitalismo biogenético como el de plataformas. La emergencia de estos dispositivos ha sido posible por la creciente integración y el apalancamiento mutuo entre la tecnociencia, la bioeconomía y las ciencias de la vida (biología, medicina, genética), lo que ha dado lugar a un extendido, refinado y sofisticado poder biopolítico que toma como blanco los confines más íntimos de lo viviente. Primero, pergeñamos las condiciones tecnocientíficas y socioeconómicas que hacen posible un estilo de pensamiento molecular que orienta la nueva trayectoria de una biopolítica molecular sobre la vida y crean un nuevo parque molecular biotecnológico en el que se agolpan un elenco de formas de distinto signo. Segundo, abordamos el dispositivo de biogeneración que junto con el saber biomédico y el capitalismo biogenético modelan la vida hasta convertirla en fuente de biovalor. Finalmente, analizamos el dispositivo de infogeneración que articulado con el conocimiento algorítmico y el capitalismo de plataformas arrancan a los genes, células y moléculas datos e información para hacerlos circular dentro de los circuitos del biocapital y de la bioeconomía.

			
Palabras clave:
dispositivo de biogeneración, dispositivo de infogeneración, biopolítica molecular, bioeconomía, capitalismo genético y capitalismo de plataformas, .
Antes de abordar los dispositivos de biogeneración e infogeneración, los cuales vertebran la biopolítica molecular del siglo XXI, presentamos de forma pormenorizada el entramado tecno científico y socioeconómico a partir del cual emerge ésta última. En primer lugar, con respecto a las ciencias de la vida (biología, medicina, genética), estas modelan progresivamente un estilo de pensamiento o un conocimiento molecular e informático de la vida que desde 1960 se articulará, posteriormente, con técnicas de experimentación e intervención genética. En este escenario, el laboratorio es transformado en una fábrica de nuevas formas de vida molecular,

			

				

				Rose, The Politics of…, 13.

			11 hasta el punto de que la genetización ha convertido la vida en materia inagotable de biovalor. Sometida a operaciones de diseño e ingeniería genética: 'el todo, la vida, se reduce a la parte, el gen, y éste actúa ahora como motor del proceso, como maestro de la partitura, como arquitecto que establece los planos a los que habrá de acomodarse la vida'.

			

				

				

					Ignacio Mendiola, El jardín biotecnológico. Tecnociencia, transgénicos y biopolítica (Madrid: Los Libros de la Catarata, 2006), 91.

			12 En otras palabras, la vida genetizada es la vida desocultada, descomponible, flexible, extrapolable e informatizada por medio de claves interpretativas proporcionadas desde los años cincuenta por el despegue de una teoría de la información y por el posterior desarrollo de técnicas de ADN recombinante. Con estas últimas: 'la vida redefine su geografía, su decurso, su trayectoria. Todo es susceptible de ser recombinado, las fronteras se diluyen, los límites se transgreden y una nueva vida sujeta a diseño irrumpe'.

			

				

				Ibid., 93.

			13 La vida es, entonces, reprogramable, al estar sometida al control y al dominio mediante la lógica informática y en virtud del empuje de las tecnologías de ingeniería genética.

				
Por su parte, las tecnologías convergentes se erigen tanto en ciencias de la vida como en ciencias de la información con la capacidad de crear conocimientos basados en innovación, de modelar la vida a diseño y de producir nuevos organismos. La nanotecnología, la biotecnología (derivada de la genética y la biología molecular), la bioinformática y las ciencias cognitivas se apalancan entre sí en una relación sinérgica de cara a la búsqueda de la mejora del ser humano y con el objetivo de transformar la producción económica a nivel mundial. Además, las NBIC abren inéditas posibilidades hacia la remodelación de la realidad y la transformación de lo que actualmente conocemos como ser humano. De manera que con la convergencia de estas tecnologías: 'tenemos delante mismo la omnipotencia, casi a nuestro alcance, pero bajo nosotros se abre el abismo de la nada más absoluta'.

			

				

				

					Yuval Harari, Homo Deus. Breve historia del mañana (Barcelona: Debate, 2017), 227.

			14

				
Ahora bien, el nuevo estilo de pensamiento biomédico se sirve de un lenguaje que es el de mensajes, códigos, instrucciones e información. Por eso, ya no se trata de la mirada clínica sobre el cuerpo de la que hablaba Foucault, en la que aquél se hacía visible a través de la disección post mortem y del atlas anatómico, sino de una mirada biomédica que, por una parte, al comprometerse con la era del control biológico y, por otra, al estar apalancada en sus proyectos terapéuticos con la terapia génica y las técnicas de mapeo y de reescritura del código genético, ha entregado al ser humano del siglo XXI el poder de diseñar la vida y de intervenir en los millones de reacciones químicas que tienen lugar en el cuerpo humano. Así, por ejemplo, vemos actualmente cómo ese poder de manipular y rectificar los déficits genéticos o anomalías como la fibrosis quística está al alcance a través de la inserción de material genético correctivo directamente en las células del paciente.

			

				

				

					Tom Wilkie, 'Genes ʻRʼ Us', en George Robertson, Melinda Mash, Lisa Tickner, et al. (eds.), Future Natural: Nature, Science, Culture (London and New York: Routledge, 1996).

			44 Por consiguiente, las tecnologías biomédicas, no sólo celebran el triunfo de la aparición de nuevas terapias y tratamientos, sino que, además, traen aparejadas nuevas ideas sobre el comienzo, el proceso y el final de la vida, nuevos derechos de propiedad sobre los elementos que estructuran el cuerpo, el derecho a la salud e incluso la forma en la que se relacionan instituciones, procesos, formas de financiación y capitalización. Sin embargo, ponemos de relieve que el poder tecno-biopolítico que emplean las tecnologías biomédicas contemporáneas apunta no únicamente a la curación de enfermedades, sino que, valiéndose de la biogeneración, también controla los procesos del cuerpo y de la mente orientándose hacia el objetivo de la optimización: 'Estas no son meramente tecnologías médicas o tecnologías de la salud, sino que son tecnologías de la vida'.

			

				

				Rose, The Politics of…, 17.

			45

				
Desplegando un arsenal de técnicas de manipulaciones químicas, los científicos tienen actualmente la capacidad de fragmentar el cuerpo humano, descomponerlo en tejidos transferibles y reutilizarlos en otros cuerpos. Además, 'cualquier elemento de un organismo vivo, cualquier elemento de la vida, puede ser aislado, identificadas sus propiedades, movilizadas, manipuladas, y recombinadas con algo más'.

			

				

				Rose, The Politics of…, 83.

			50 Por eso, actualmente asistimos a la emergencia de un poder biopolítico que toma como diana la estructura molecular de la vida, el cual es capaz, mediante el dispositivo de biogeneración, de extraer genes de los organismos, manipularlos en los laboratorios para después extrapolar estos a organismos vivos, de tal forma que 'la información genética podría mezclarse, emparejarse e intercambiarse, no sólo entre cromosomas hermanos, sino también entre organismos y entre especies'.

			

				

				

					Siddartha Mukherjee, El gen. Una historia personal (Barcelona: Penguin Random House, 2017), 123.

			51 Además, la posibilidad de introducir cambios en las células está permitiendo también, hasta cierto punto, generar deliberadamente efectos de superficie poderosos como, por ejemplo, curar enfermedades mediante el desarrollo de fármacos para afecciones incurables, cambiar los destinos personales y familiares de las personas al corregir los trastornos hereditarios, así como reinventar el presente y reconfigurar el futuro: 'El descubrimiento de la base genética del PXE (Pseudoxanthoma Elasticum) en el cromosoma 16, un desorden hereditario en el que el tejido elástico en el cuerpo se transforma en mineralizado, puede tener implicancias para las bases moleculares y genéticas de la hipertensión y la enfermedad vascular'.

			

				

				Rose, The Politics of…, 13.

			52

				

				
No obstante, ese mismo poder tecno médico, no escapa a posibilidades que para muchos puede llegar a ser intrigante, porque los genes, mediante operaciones de cortado y pegado de enzimas que como navajas abren el ADN para unir a cualquiera de sus fragmentos, pueden ser reestructurados, alterados y modificados hasta el punto de poder diseñar un elenco de quimeras genéticas artificiales: 'un gen de rana podría insertarse en el genoma de un virus y luego introducirse este en una célula humana. Un gen humano podría transferirse a células bacterianas'.

			

				

				Mukherjee, El gen, 247.

			53 Con la incorporación de las técnicas del ADN recombinante y la clonación se abre la puerta a la producción inédita y casi desenfrenada de híbridos de genes, pseudo objetos, realidades infra-empíricas. Por lo tanto, el dispositivo de biogeneración hace posible que emerjan nuevas realidades a un nivel molecular y que son, al mismo tiempo, el testimonio de un mundo social y natural reducido a soluciones técnicas:
Dispositivo de Infogeneración, algoritmos y capitalismo de plataformas

				
El apartado anterior ha ofrecido una presentación acerca del modo en el que el dispositivo de biogeneración articulado con el saber biomédico y el capitalismo biogenético produce artificialmente la vida a nivel molecular. Valiéndose del dispositivo de biogeneración, el cual encuentra sus condiciones de posibilidad en tecnologías como la ingeniería genética y la nanotecnología, el capitalismo biogenético tiene el poder de extraer de las estructuras genómicas, que han dejado de ser meros mecanismos y resortes de la vida interpretados como metáforas inofensivas,

			

				

				Mukherjee, El gen, 132.

			64 datos e información que una vez des ocultados por la técnica alcanzan el estatuto de objetos técnicos. A su vez, dichos objetos técnico-biológicos son trasladados y reinsertados en otros organismos por, ejemplo, mediante la nanotecnología en la forma de implantes, nano robot, entre otras. Esta forma de acumulación, en la que el biocapital es línea de fuerza de la actual economía, hace que el capitalismo de hoy se comporte 'como una fuerza acéfala que se expande ilimitadamente, hasta el último confín de la vida'.

			

				

				Berardi, Autómata y caos, 84.

			65 Por eso, el capitalismo biogenético no puede ser pensado de manera independiente de lo que Nick Srnicek ha denominado 'capitalismo de plataformas', y por eso se encabalga a esa otra forma de producción inmaterial que es el capitalismo de plataformas para la extracción y el análisis de datos. El capitalismo biogenético y el capitalismo de plataformas son la cara y el envés de un mismo poder biopolítico molecular que al reproducir artificialmente la vida a nivel genético, celular, molecular, mediante los dispositivos de biogeneración e infogeneración, descompone la vitalidad misma en bio-objetos que pueden ser manipulados, congelados, puestos en biobancos, almacenados, trasladados dentro de otros organismos e, incluso, extraer de estos datos e información.

				
Veamos a continuación el modo en que opera el dispositivo de infogeneración, el que, al estar articulado con el capitalismo de plataformas, se vale del Big Data, la robótica avanzada, el Internet de Todas las Cosas y de plataformas digitales que operan como aparatos extractivos de datos que al usarlos y venderlos da pábulo a la economía digital, es decir:
Mediante el uso de plataformas digitales, en las que se crean interacciones de productores y consumidores, fábricas y proveedores, software y hardware, en el siglo XXI el capitalismo de plataformas genera tsunamis y avalanchas de datos como materia prima y recurso que se debe extraer, analizar, refinar, acumular, usar y vender. La lógica de la computación ha contribuido a la exploración y explotación del mundo molecular y sub molecular del DNA y las secuencias de RNA bajo la forma de minería de datos. Por eso, el capitalismo de plataformas, para obtener nuevos mercados, productos y ganancias, se sirve del uso de sensores colocados en productos y en los hogares y de dispositivos portátiles que son extensiones de la extracción, acumulación y registro de datos provenientes de los comportamientos diarios de las personas: Junto con estos dispositivos generadores de datos, 'casi todas las plataformas más importantes están trabajando para desarrollar plataformas de datos médicos'.

			

				

				Srnicek, Capitalismo de plataformas, 100.

			77

				
En la medida en que crece la cantidad de flujos de datos para ser destilados y aumenta su velocidad para ser analizados, transformándose, así, en recursos fundamentales que se extraen y refinan, 'el trabajo de procesar los datos debe encomendarse a algoritmos electrónicos, cuya capacidad excede con mucho a la del cerebro humano'.

			

				

				Harari, Homo Deus, 401.

			83 De esta manera el dispositivo de infogeneración se transforma en un mecanismo que emplea algoritmos para extraer y acopiar datos con suficiente eficiencia acerca de deseos, capacidades, organismos individuales y sociedades con el propósito de convertir tales datos en decisiones. Para esto, se vale de aparatos extractivos que procesan datos interconectando grupos de usuarios, procesadores, consumidores, productores y empresas, transformando radicalmente la vida cotidiana desde sus cimientos más íntimos:

				

					
El frigorífico controlará el número de huevos que contenga y le hará saber al gallinero cuándo se necesita un nuevo envío. Los coches hablarán entre sí, y los árboles de la jungla informarán de la meteorología y de los niveles de dióxido de carbono. No debemos dejar ninguna parte del universo desconectada de la gran red de la vida. Y al revés: el mayor pecado es bloquear el flujo de datos.

			

				

				Ibid., 415.

			84

					
El presente trabajo ha pretendido sostener que el capitalismo biogenético y el capitalismo de plataformas; los dispositivos de bio generación (genética y manipulación del ADN) e infogeneración (algoritmos y Big Data); la biomedicina y los algoritmos son la cara y el envés de un mismo poder biopolítico molecular que se va esculpiendo a partir de condiciones tecnocientíficas (ciencias de la vida- tecnologías convergentes) y socioeconómicas (subjetividad auto expresiva- bioeconomía). El poder biopolítico molecular, llevado a cabo dentro de los circuitos de la bioeconomía de la vitalidad con el propósito de extraer y crear biovalor a partir de la estructura de lo viviente, es posible por la configuración de un estilo de pensamiento o conocimiento molecular de la vida que se ha ido fraguando desde 1960 de la mano de las técnicas de experimentación que intervienen la vida. Se trata de un particular modo de pensar, ver y practicar que capitaliza la vitalidad humana y que la desbroza y descompone en objetos dóciles para ser almacenados, acumulados y extrapolados entre organismos y especies. Tal estilo de pensamiento articula también instituciones y empresas, compañías biotech, industria farmacéutica, agencias de gobierno, asociaciones de pacientes, entre otros.

			
Dentro del contexto del capitalismo avanzado, el gen y la información asociada a éste son bienes comerciables, y por eso, los dispositivos biopolíticos de biogeneración e infogeneración, por una parte, dan acceso a un campo nuevo de racionalidad instrumental tecnocientífica y, además, son vehículos de biovalor, porque extraen plusvalía de las propiedades de la vida para que al ser lanzadas dentro de los circuitos de la bioeconomía puedan ser usadas con fines de salud y crecimiento económico. Por eso el biocapital en tanto que línea de fuerza de la actual bioeconomía considera la estructura íntima de la vida y los bancos de datos de información genética como el capital principal y fuente de biovalor. Las prácticas y tecnologías biomédicas no son ajenas al estilo de pensamiento molecular sobre la vida y del poder biopolítico, y, por eso, no están orientadas únicamente hacia la búsqueda de la salud y el bienestar, o a combatir la enfermedad, sino que también tienen como propósito la optimización de la vida misma. Como se ha señalado, el cuerpo humano es actualmente un incesante campo de experimentación, pues es blanco de intervenciones de las biotecnologías médicas. En él operan los dos modos artificiales ya descritos de producción de la vida a nivel molecular: la biogeneración y la infogeneración haciendo del cuerpo una realidad biogenetizada e informatizada.

			
Con la proliferación de estos dos dispositivos, asistimos actualmente a un poder biopolítico de producción innatural de lo molecular, en el que ambos mecanismos intervienen sobre el tiempo específico y propio de lo viviente, manipulando el decurso del organismo, el azar y la contingencia, además de que modelan el futuro interviniendo el presente. No obstante, la vida (bíos/zoé) sometida a la razón tecnocientífica es también transformada en su espacialidad, esto es, anclada a los espacios de lo informático-genético, los cuales convergen en el espacio de 'banco de datos genéticos'. Lo que allí queda apresado en su interior se disloca, fosiliza y descontextualiza. Si bien la relación entre poder, saber y verdad, viene a configurarse dentro del marco de un estilo de pensamiento molecular de la vida en el que el dispositivo de biogeneración, el saber biomédico y el capitalismo genético se refuerzan mutuamente para producir la vida de un modo artificial, en el caso del dispositivo de infogeneración, este se articula con un conocimiento algorítmico y con la verdad del capitalismo de plataformas.

		

	
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El autor agradece al Proyecto FONDECYT Iniciación 2019, N°11190340, titulado: 'El dispositivo de biomejora humana: perspectiva biopolítica en la era de la colonización biotecnológica del cuerpo', patrocinante de la investigación realizada y de este artículo resultante de la misma.
Gilbert Hottois, filósofo belga, en 1970 alude a la 'tecnociencia' como la dependencia y la mutua retroalimentación entre la ciencia y la tecnología, pues la ciencia no es el mero conocimiento en sí mismo y la tecnología su aplicación, sino que ambas se entrelazan en la capacidad de acción del ser humano y el poder de transformar a la naturaleza y a nosotros mismos. Para este autor: 'la tecnociencia trastorna, hace estallar, física y conceptualmente, el mundo y el orden llamado natural [...] la tecnociencia tiene, cada vez más, el poder de modificar la naturaleza humana y producir en ella mutaciones que no son transformaciones simbólicas'. Hottois, Gilbert. Una ética para la tecnociencia. Barcelona: Anthropos, 1991. Gilbert Hottois. El paradigma bioético. Una ética para la tecnociencia (Barcelona: Anthropos, 1991), 54 y 91. Por su parte, Javier Echeverría acuña la expresión 'revolución tecnocientífica' para referirse a la revolución praxiológica operada en EE.UU. después de la segunda guerra mundial y que, junto con la emergencia de la sociedad de la información, ha cambiado el sistema de valores que orientan la práctica científico-tecnológica. Según este autor, la tecnociencia es condición necesaria para los poderes militar y económico. Véase, Echeverría, Javier. . Madrid: Fondo de Cultura Económica , 2003.Javier Echeverría, La revolución tecnocientífica (Madrid: Fondo de Cultura Económica, 2003).
Para Nikolas Rose la bioeconomía es 'aquella parte de la actividad económica que captura el valor latente en los procesos biológicos y en los biorecursos renovables con el fin de producir una mejor salud y un crecimiento y desarrollo sostenibles'. Rose, Nikolas. . New Jersey: Princeton University Press, 2007.Nikolas Rose. The Politics of Life Itself: Biomedicine, Power and Subjectivity in the Twenty-First Century (Princeton University Press: Princeton and Oxford, 2007), 32. Por otra parte, para Fumagalli, la bioeconomía viene a complementar a la biopolítica, pues 'si por biopolítica se entiende la capacidad de acción de un dispositivo de control social y jurídico, la bioeconomía es su análogo en relación con los mecanismos de producción, acumulación y redistribución'. Fugamalli, Andrea. . Madrid: Traficantes de sueños, 2010.Andrea Fumagalli, Bioeconomía y capitalismo cognitivo (Madrid: Traficantes de sueños, 2010), 260.
Lawrence Summers se refiere a este fenómeno en términos de 'estancamiento secular', expresión acuñada por Alvin Hansen en 1930 y que da cuenta de un cambio estructural en el que la tecnología corre parejo a la emergencia de una nueva economía. Summers, Larry. . Vol. 95, No 2. Foreign Affairs, 2016.
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Acerca del algoritmo como constructo matemático o 'estructura de control finita, abstracta y eficaz, imperativamente dada y que cumple un propósito a partir de determinadas condiciones', veáse Floridi, Luciano. . Milano: Raffaelo Cortina Editore. 2022. Luciano Floridi, Etica delľintelligenza artificiale (Milano: Raffaelo Cortina Editore. 2022), 145-146.
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Pablo Rodríguez encuentra en el concepto de información la clave que articula elementos dispares como los objetos técnicos y los organismos vivos, así como los dispositivos digitales y las moléculas de ADN y que en su arqueo genealogía atraviesa disciplinas como la cibernética, la Inteligencia Artificial, las neurociencias, la biología molecular y la genética. Rodríguez, Pablo. . Buenos Aires: Cactus, 2019.Pablo Manolo Rodríguez. Las palabras en las cosas: saber, poder y subjetivación entre algoritmos y biomoléculas (Buenos Aires: Cactus, 2019). Por su parte, Flavia Costa habla de 'episteme de la información' como el orden emergente que al anudar en una misma trama infraestructuras de telecomunicación, redes cibernéticas, datos, desarrollo científico logra intensificar procesos como la datificación, la digitalización, la protocolización, la vigilancia y la mercantilización de la existencia. Costa, Flavia. . Madrid: Taurus, 2021.Flavia Costa, Tecnoceno. Algoritmos, biohackers y nuevas formas de vida (Madrid: Taurus, 2021), 36-39. En este orden de ideas, a nuestro juicio, biogeneración e infogeneración son dispositivos biopolíticos que operan bajo el régimen de la información en el que, siguiendo a Byung Chul-Han: 'las discontinuidades se desmontan en favor de las continuidades, los cierres se sustituyen por aperturas y las celdas de aislamiento por redes de comunicación'. Han, Infocracia, 61.

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Cómo citar: Toscano, D. (2023). Biopolítica molecular y producción artificial de la vida: dispositivos de biogeneración e infogeneración. En-Claves del Pensamiento, (34), e566. https://doi.org/10.46530/ecdp.v0i34.566